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aventuraliteraria2008

Leyendas-7º

Leyenda de la rosa

Leyenda de la rosa

Había una vez una bella princesa llamada Rosa, que vivía en un hermoso castillo.

  Un día, la señorita salió a pasear el mercado, y conoció a un apuesto joven que trabajaba en la florería. Sus ojos eran azules como el cielo, y los mismos se clavaron en los de la princesa. Rosa se enamoro profundamente de él, e iba a la florería cada vez que podía.

  Una tarde, la doncella fue a visitarlo, como siempre, pero el puesto ya no estaba allí.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó a una anciana

- El chico enfermó gravemente - respondió

  Rosa se desesperó, no podía dejar que su amado muriera.

     - ¿Algo puedo hacer? - preguntó nuevamente.

      - Las flores de su corazón se marchitan, necesita una, bella como el Sol que se pone, y roja como la sangre que fluye por sus venas. Necesita una flor de amor

      - Dígame, ¿Dónde la puedo conseguir?

      - En ningún lugar, porque esa flor eres tú. Si quieres salvarlo, tendré que convertirte en ella, para luego clavarte en su corazón.

  La chica aceptó, y en un abrir y cerrar de ojos la anciana la transformó.

  La viejita la clavó en el corazón del joven, y este revivió.

- ¡Que flor mas hermosa! No la he visto nunca en mi vida. Le debo poner nombre. ¡Ya se! Se parece mucho a Rosa por su belleza, entonces así la llamaré

 

 

 

 

                               FIN

Sofía Basez 7mo c     

¿Por qué las jirafas tienen el cuello largo?

¿Por qué las jirafas tienen el cuello largo?

Cuenta la leyenda, que hace mucho tiempo, en la sabana, las jirafas tenían cuello corto. Lo único que podían comer era pasto y las hojas bajas de los árboles.

   Como las hojas eran escasas y las jirafas demasiadas, llegó un momento en el que se acabó la comida para estos animales. Entonces las jirafas se reunieron al pie de un coposo árbol para resolver la situación. Discutieron por horas hasta que una pequeñita jirafa dijo:

-¡Ya sé! Podemos treparnos a los árboles y comer las tiernas manzanas que ellos tienen.

-Y tú serás la primera en subirte – dijo una de las jirafas.

    Entonces la pequeña con mucho miedo comenzó a treparse. Estaba a punto de morder una de las manzanas, cuando su cuello quedó enganchado entre dos ramas. Sus compañeras intentaron sacarla, pero no lo lograron. En un momento su cuello comenzó a estirarse. Al pasar las horas se estiraba cada vez más, hasta que sus patas tocaron el suelo y logró salir. Con su largo cuello alcanzó las hojas más altas y más tiernas. Luego, esta habilidad se las mostró a las otras jirafas. Al ver esto, las demás hicieron lo mismo y desde entonces las jirafas tienen cuello largo.

 

Fin

 

Autores: Ayelén Soriano, Melissa Salerno, Tomás Mattia, Nicolás Medina y Sabrina Lapido.

7ºA

Leyenda de la rosa

Leyenda de la rosa

Un día, Rosa Le Palluk, una niña francesa iba caminando por las calles de Inglaterra cuando vio a una anciana caminando hacia la esquina.

  Ella, que por cierto era una niña muy humilde y bondadosa, corrió a ayudarla cuando tuvo un presentimiento, que algo le pasaría a la señora… Antes que ella llegara a la esquina, cambió el semáforo y la señora cruzó sin saber su destino.

  El presentimiento de la niña era que la señora iba a ser atropellada por un coche rojo y en ese momento, su vestido se volvió rojo. Cuando la niña vio el auto rojo corrió y corrió hasta alcanzar a la señora y salvarla de su horrible destino y poder salvar una vida.

  Ella logró salvar a la anciana y detener al conductor alcoholizado pero la señora no era lo que parecía. Ella era una curandera de la tribu “Razormame” que su emblema era una espina, ella le agradeció por haberla salvado del terrible final de su vida y le dijo:

-         Eres una joven muy dulce y hermosa y con un perfume celestial, eres bella y humilde, este mundo no merece a alguien tan bondadosa como tu, te daré una espina que servirá para tu defensa, tu perfume será el perfume mundial de lo que serás, el color de tu vestido será tu color y tu nombre es el nombre por el  que te llamaran, tu serás una flor.- Y le lanzó un cabello gris y lacio.

   La niña gritó  y gritó hasta que se desmayó. Ese fue el comienzo de la rosa.

                                                                                                    Rodrigo Anglada-7ºC